Dices que soy la alondra
de tus sueños,
la que con su trino y su
vuelo te lleva a la rama
donde su gorjeo
atrapa los sentidos
del intrépido gorrión que
revolotea cerca de su nido;
Y aún así te ganó el temor
de amar a un corazón lleno de versos
porque intuyes que es
locura y pasión desmedida,
Que culpa tienes tu, digo
yo, si en tus adustas y austeras manos
mi amor se deshace
como el polen de una rosa morena,
Rosa morena que dices,
responde con su aroma
la augusta caricia de la
mano que envuelve
y se adhiere a las nasales
del ente que la atesora,
porque no quiere
marchitarla con el calor de su fuego.
Fuego gélido que ni
alumbra, porque crees que el mío es un amor pérfido y perverso,
que no representa ni
siquiera el humo que llaga los pulmones
porque para Ti es quizá un
campo magnético o un mito de crédulo
y no lo ves ni lo
sientes y crees que su vaga presencia danza en lo intangible
pues lo virtual es virtual
y así se queda.
Si te hubieras dejado
llevar como se deja llevar el polvo en la heredad del viento,
si hubieras
comulgado en mi templo, la necesidad justa y natural
de tus manos enlazadas a
mis manos, a mi cuerpo, a mi alma,
hubieras encontrado en mis
bohemias pupilas asilo para tus más grandes fantasías
Y aún así preguntas
si atesoro en mi secrecía, un formidable recurso
que supere tus vehementes
fantasías, para hacer de tu vivencia
algo novel y magnánimo en
el calor de mí nido
y querías que te lo
demuestre para así correr la cortina
y dar paso a tus
intrépidos placeres en el espacio de los sueños...
Sé que sin necesidad de
eso, con mis versos que son la voz del corazón
Y con el sonido de la nota
de mi lira, mientras la luna jugueteaba con la noche,
hubieras llegado hasta el
dulzor de mi alcoba, y las manos de éste rosal se
hubiesen aferrado a la cal de tus huesos, mientras tus lágrimas
embriagadas de estupor hubieran pronunciado cada pétalo de mi nombre
Ahora tan solo quiero
guardar en mis labios, en mi alma
la voz de tus besos, con
los que prendiste un lucero en mi pecho
y permitio iluminar
nuestro momento, en una noche
que nunca olvidará que Tú
y Yo fuimos la más bella poesía.
Fusionado de fragmentos del poeta FC y Akantha
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