Sé que en un tierno
despertar a la luz de la alborada,
has sentido el beso del
rocío
y el susurro del oleaje
marino,
que te invita a entregarte
que te invita a entregarte
al encanto de mis vuelcos
pasionales,
como una pira que arde entre
la inmensidad.
Poeta, ¿ no exhalas en el
aire un exánime efluvio
que inquieta y que
atormenta?
Aún a la distancia me envuelves,
Aún a la distancia me envuelves,
me fascinas, me
enloqueces,
me atraes como imán,
y en medio del
crepúsculo y vestida de luna,
cuando te pienso, mientras
cierro mis ojos,
mi templo se deslumbra y
entre castos temblores
se prende una fogata
como si fuera un velo que
cubre mi cintura
y mis sensibles manos se
deshojan como rosas longevas
por atrapar tu
cuerpo
mientras que el iris de
mis ojos húmedos,
pinta la noche tibia
de una fulguración
obscura,
y voy sintiendo una
extraña frescura
porque tus dedos firmes a
la distancia enredan mis cabellos.
Y tu boca enardecida
cubre de besos toda mi piel de seda.
Hoy esta loba hambrienta,
bajo el crepúsculo
que nos baña y, ebria de gozo
te recibe como lo
hace el surco a su siembra
Fusionado de fragmentos del poeta FC y AKantha
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