Dices que quieres
escudriñar el origen de esa voz
que como eco surge entre
las cañadas,
y resuena en tu
conciencia y te inquieta,
pues su origen y posición
inciertos,
te obligan a deambular en
ambientes
vírgenes e inexpugnables
Amor confórmate con
saber que nada soy,
no intentes descubrir los
enigmas que escondo,
busca mi esencia en la
palabra,
mis versos son trocitos de
mi alma,
son la voz del corazón
son la voz del corazón
es solo un eco que surge
entre las cañadas,
que no hace daño.
que no hace daño.
No te inquietes, ahora
es cuando más
engastado estás en el
mundo de mis sueños
La vida te ha puesto en el
lugar
donde el equilibrio te
ponen en condiciones justas
para un frontal
encuentro
y el pancracio de esta lucha ansiada
y el pancracio de esta lucha ansiada
como Tú dices, solo será
la arena y el cielo estrellado.
No temas, tu voz quedará
sujeta con amarras a mi velero,
estremecido, temblando
entre espasmos de deseos
presuroso de quemarte en
este fuego
que por Ti ha aguardo por
mil años
hasta que celebres el
silencio de tu templo satisfecho,
cuando llegue a coronar
sin providencia, tu carne mortal.
mientras tanto,
solo siente que el tiempo se detiene
en éste juego eterno de
abundancia,
que en espléndida
acrobacia
ha logrado juntar las
aguas mansas de tu rio
con el intenso e
intrépido oleaje de éste mar
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