Dices que quizá debas decirme
que
abordaras una balsa,
que
surcaras aguas turbulentas o quizá mansas
donde
tu fijación debe estar alerta
para
no caer en remolinos que te hagan
naufragar,
y al final de tu travesía,
quizá
llegues a un puerto desconocido
y
no sabes qué entes encontraras.
Y
que lo demás quedará en el pasado
sin
espacio al recuerdo a lo que no hayas conocido.
A veces la luna nos muestra lo que hay en su
lado más obscuro
y nosotros
sin saber definir, lo que hay ahí, tenemos miedo y sentimos
una
sensación extraña que nos aprieta el alma
y
nuestro corazón grita silencioso desangrándose en pedazos
y
no hay calidez en el abrazo,
queda en segundo plano el beso, la entrega
queda en segundo plano el beso, la entrega
y
no nos damos cuenta que quizá somos
afortunados
porque
a donde nos lleva la balsa no todo el mundo va ,
y
no vas solo va también el amor filial, la compañera de vida,
los
amores, los amigos, que a pesar de estar
lejos
jamás te abandonarán
jamás te abandonarán
aún
en las sombras haré que mis senos
se amolden a tus manos ávidas
se amolden a tus manos ávidas
y así yo sentiré que estas bien.
Quizá
es una prueba que la vida nos da porque
sabe
que
tienes la fortaleza suficiente de conocer por un momento ese mundo
porque
tienes una forma muy particular de ver y sentir la vida
por
ser un ser único y muy especial,
por
eso nunca naufragaras, ten la seguridad
de
que luego cruzarás ese límite y habrán risas
abrazos,
habrá
felicidad y volverá a brillar la luz en esa balsa de fuego.
Y bajo la
luz doliente del nido erótico de la luna,
mi ávido
sexo esperará por siempre el retorno de tu mano.
Akantha
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