Transitaba inerte por los sederos de la vida
y cada
amanecer quise morir mil veces
odie mi
exánime existencia
bajé
al abismo por la cornisa de mis sueños
rotos
donde
el caos oprime el alma
y la
crueldad del dolor es un arma letal
y solo tu luz me pudo rescatar.
Reedificaste
mi taller de sueños y quimeras
arrancándome
de las manos de la angustia y el dolor
luchaste
hasta vencer todos mi miedos
me
enseñaste que los grises y los blancos
comprometidamente coexisten
y que
para mi aguardaban los matices más brillantes
que
podía volver a renacer
ahora
solo quiero de tu mano
levitar en las estrellas.
levitar en las estrellas.
Y aún
así te inquieta y dices que no sabes
si
cuando te digo amor del alma,
hago referencia al ser que radica en mi pensamiento,
quizá
en el hipotálamo que da la sensación de lo imaginario
o que
lo que digo es causado por el conjunto
de hormonas que surgen
al ver
algo que me atrae a través de la vista
o de
las palabras intercambiadas.
Abre
tus ojos, igual que tu abriste los míos
Amor…,
son los brasas del amor
Tu Akantha
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